jueves, diciembre 28, 2006

Sushi de Frutas

UNA DULZURA QUE MARCO EL AÑO. EN EL 2006 EL SUSHI ESTUVO EN SU APOGEO. POR ESO ES UNO DE LOS ELEGIDOS PARA EL POSTRE. CON FRUTAS, LECHE DE COCO Y SALSA DE CARAMELO, PARA ATREVERSE.



Hay platos de origen lejano que se ponen de moda y luego se instalan, al parecer por mucho tiempo. Uno de ellos es el oriental sushi, que en este caso sale como opción dulce, con láminas de fruta fresca o en almíbar, y una rica salsa de caramelo. La presentación puede variar según use frutillas, cerezas, uvas o gajitos de ciruela. Un postre de aspecto exótico que vale la pena probar ¿Para las copas? Un cosecha tardía fresquito.

lunes, diciembre 25, 2006

Mi nuevo regalo de navidad



Aca estoy, recibi varios regalos de navidad, y aca esta el de mi wife. Un Tablet Pc.




miércoles, diciembre 20, 2006

El más hondo sentido de la Navidad

Dado que la Navidad implica una opción por los pobres, debemos convertir nuestro festejo en un acto que vaya en la dirección del compartir y acercarnos de algún modo al menos favorecido.

Se acercan nuevamente las Fiestas de fin de año y todos renovamos una cantidad de rituales: tarjetas (de papel o virtuales) con felicitaciones, augurios y deseos; regalos comprados por compromiso o por afecto, reuniones sociales y de trabajo, y un sinfín de corridas para terminar, evaluar, cerrar y planificar para el año próximo...

Muchos llegan al 24 de diciembre agotados y deseando que las Fiestas pasen de una vez, por el cansancio que sienten, o porque la Navidad los deprime. Si llegamos así a Navidad, evidentemente o no sabemos de qué se trata, o hemos olvidado el sentido que tiene esta fiesta: en uno u otro caso, vale la pena recordar qué estamos celebrando.

En Navidad festejamos el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre para nuestra salvación. Recordamos el amor de Dios que ha sido tan grande con nosotros, que decide hacerse uno de los nuestros.

Es así que Jesús nace de una mujer llamada María, y tiene como padre adoptivo a José.

Según la Biblia esto sucede hace más de 2000 años, en Judea, durante un censo que decreta un emperador romano. El relato es escueto y dice así: "En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue" (Evangelio según Lucas 2, 1-7).

Nosotros, los cristianos, creemos que ese niño es el Hijo de Dios. Así de simple y de extraordinario. Esta noticia fue percibida tan fuertemente por una civilización entera, que la historia se dividió en dos: "antes de" y "después de" Cristo. Y la historia arrancó de nuevo, porque esta novedad absoluta lo ameritaba. Esta civilización no fue consecuente con sus creencias, pero esa es otra historia.

Lo importante es darnos cuenta de que si la creemos de verdad, esta noticia tiene varias consecuencias en nuestra vida.

En primer lugar, nos da una alegría inmensa. Si Dios nos ama tanto, si es capaz de jugarse de tal manera por los seres humanos y se hace hombre, quiere decir que nunca más estaremos solos, que Dios es plenamente solidario con las personas y que no hay situación humana, por terrible que sea, en la que no esté presente.

En segundo lugar, percibimos que la encarnación no fue una "superproducción" espectacular, con efectos especiales, sino un humilde nacimiento, en un corral. Esto significa que Jesús se identifica con todas las personas, pero es particularmente cercano a los pobres y a los que sufren. A tal punto esto es así, que el Evangelio de San Mateo pone estas palabras en boca de Jesús: "lo que hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo" (ver Evangelio según Mateo 25, 40). "Pequeño" en este lenguaje significa el pobre, el humilde, el que sufre, el que está en inferioridad de condiciones.

Si la Navidad implica una tal opción por los pobres (en su sentido estricto y amplio), significa que si festejo la Navidad, tengo que hacer una opción semejante a la de Jesús; es decir, que el sentido de mi Navidad vaya en la dirección del compartir y acercarme de algún modo al menos favorecido.

¿Querré entender y adherir a este sentido? ¿O seguiré corriendo detrás de los compromisos que imagino ineludibles? ¿Seguiré consumiendo cosas, situaciones, mirando lo inmediato, o me animaré a abrirme a este mensaje?

Les deseo y me deseo que podamos abrir el corazón, ser humildes y disfrutar de esta Navidad. Recuperar su sentido tratando de percibir en algo el amor de Dios y haciendo un gesto de solidaridad para con alguna persona (por lo menos una), que sepamos menos favorecida: allí está Jesús esperándonos.

Les deseo una muy feliz Navidad, plena de sentido, de alegría y de apertura a la novedad de Dios.

Jorge Casaretto OBISPO DE SAN ISIDRO, TITULAR DE LA PASTORAL SOCIAL - Diario Clarin

jueves, diciembre 14, 2006

viernes, diciembre 01, 2006

Cd Homenaje



Esto es lo ultimo que hice aca en la radio... acaba de llegar.. es un cd con canciones de todos los artistas del concierto. Mas info en www.lanueva883fm.com