Difícilmente este equipo argentino pueda disfrutar tanto otra vez la manera de definir un partido. Difícilmente porque el de ayer además era un rival especial. Porque para estos chicos jugar ante Colombia era un clásico casi tan importante como uno ante Brasil. Porque esta camada nunca había podido ganarle ni en Sub 17 ni en Sub 20 y dejarlo así afuera de una Copa del Mundo no tiene precio.Por eso ese gol de Julio Barroso en el último suspiro fue de oro y todavía se disfruta. Porque evitó el desgastante alargue, algo a tener muy en cuenta ahora en estos partidos en el que el que pierde se va, y porque dejó sin siquiera mover del medio a Colombia. Placer puro, se mire por donde se lo mire.
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