Con el dolor en el alma millones de argentinos lloramos al ver nuestra bandera caer contra alemania. El triste recuerdo del Diego en la final del 90, se vuelve en nuestras mentes como un aguijón en la carne. 16 años después sufrimos en manos de un penal... un gol que nos separó de la gloria a la derrota. Quién soñaba con el pato, que se supo poner la camiseta de la selección y la peleó hasta el final, y hoy esa misma camiseta no cubrió el golpe alemán. Todos estuvimos con la selección, palpitando cada golpe, cada gol... creyendo que la historia podía cambiar. Hoy más que nunca seguimos siendo argentinos, con la camiseta puesta y el grito de gol dentro de nuestros corazones. Gracias a todos los que nos hicieron soñar. Vamos argentina todavía.
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